Durante la celebración del Pleno del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache en el que aprobábamos un Plan de Ajuste que va a estar vigente durante los diez próximos años, un plan de ajuste que va a suponer importantes sacrificios para este Ayuntamiento y para la ciudadanía de San Juan de Aznalfarache, nos vimos sorprendidos por uno de los ruegos del grupo popular. En este ruego, el concejal Francisco Ibáñez, me acusaba de haber celebrado la noche electoral “deseando la muerte de su hija”. Ciertamente, el estupor que sentí, que sintieron todos los concejales del grupo socialista, nos dejó mudos. Nos pareció increíble que se pudiera hacer política de esa forma. Yo tengo que decir que, personalmente, me afectó profundamente el asunto, más aún, sabiendo que implicaban a mi mujer.
Hoy nos hemos levantando conociendo que decidieron no dejar el asunto así. Han presentado una denuncia y han remitido el tema a los medios de comunicación. Es evidente que tengo la obligación, como alcalde, pero sobre todo como persona, de dar una respuesta a las acusaciones que se vierten contra mi y contra mi mujer.
Es absolutamente falso lo que se dice en esa denuncia. Nadie que conozca a mi mujer, y son muchos los sanjuaneros y sanjuaneras que la conocen, puede creer lo que se dice ahí. Sólo puedo pensar que responde a una manera de hacer política que marca la portavoz del Partido Popular en San Juan, María Luisa Moya. Una manera de hacer política de la que ha dejado claras muestras a lo largo de su corta trayectoria. Una manera de hacer política que le ha llevado a cosechar tres derrotas electorales que no ha sido capaz de digerir. La propia noche electoral dejó claro el camino que pretende seguir al declarar en Radio Guadalquivir que “lo que no han sido capaces de ganar en las urnas lo van a ganar en los despachos”. Parece que el camino que ha elegido esta señora es el de los juzgados.
Resulta difícil de comprender como han esperado cinco días para poner una denuncia por estos hechos. Sólo cabe entender que forma parte de la campaña orquestada por la portavoz popular. Primero se lanza el asunto en el Pleno del Ayuntamiento y después se va a los juzgados. Cinco días después de que sucedieran los presuntos hechos. Es triste dejarse manipular por el ansia de poder que demuestra día tras día la portavoz de los populares de San Juan.
No hay mucho más que decir. Es falso. Yo también me reservo la posibilidad de iniciar acciones judiciales, aunque no es de mi agrado. A mi me gusta hacer política en el pueblo, en las calles, a veces en el despacho, también es necesario, pero no en los juzgados y nunca con mentiras.
Que pasamos esa noche por delante de la sede de los populares, es cierto. Estábamos celebrando un resultado electoral que, sinceramente, se nos había puesto muy difícil. Si nuestra celebración les resultó molesta, les pido disculpas a los populares de San Juan. También vivimos momentos similares el 20N, aunque en el otro partido. Así es la política, así es la vida. Unas veces ganas y otras pierdes. Esta vez ganamos y lo celebramos, sin más, sin ánimo de molestar a nadie. Repito, si se sintieron molestos por ello, pido disculpas no era mi intención.
No hay mucho más que decir, sólo que me duele esta situación. Me duele por el uso de los hijos, por meter en la batalla política a mi mujer, por la mentira, por el intento de buscar votos de cualquier manera. Yo voy a seguir trabajando por mi pueblo, por la gente de mi pueblo y confío en que cambie el modo de hacer oposición de la señora Moya, sería bueno para San Juan. Si no lo hace será su problema. Ahora me preocupa mucho más aplicar ese Plan de Ajuste que aprobamos el viernes. Eso es de verdad importante, no el politiqueo al que pretende jugar la señora Moya.
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