No puedo decir que fuera su amigo, pero sí que admiraba su fuerza. Su capacidad de lucha, de encabezar batallas perdidas y acabar ganándolas a base de tesón, de coraje, de verdad, porque quienes defienden la justicia acaban saliendo victoriosos. Y Pedro salió victorioso, contribuyó con su activismo a convertir a España en país pionero en el reconociendo de los derechos. Otros han seguido el camino que marcó, después, primero como activista y más tarde como socialista. Incluso algunos aún se resisten a reconocer lo que es justo.
El ejemplo de Pedro Zerolo no enseña todo eso y nos enseña además que la lucha hay que llevarla hasta el final, incluso cuando las fuerzas no nos acompañan. La vida hay que consumirla a grandes sorbos, con unos ideales firmes que nos ayuden a seguir el camino que nos hemos marcado, con respeto hacia los demás, pero convencidos.
Es una gran perdida para el PSOE la muerte temprana de Pedro Zerolo pero su ejemplo nos servirá de guía, sin duda. Descansa en paz compañero.